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Los comienzos

Desde hace mucho tiempo siempre me ha interesado el misterio, quizá conducido de la mano del inolvidable Antonio José Alés, primer presentador de radio en España que se ocupó en la década de los setenta, del mundo paranormal y del misterio, en un programa radiofónico: “Medianoche".
Casi siempre me han acompañado muchos programas de los que soy asiduo seguidor, aunque debido a los horarios de la radio, muchas veces era casi imposible compaginar sueño con misterio, y en la actualidad gracias a los podcast, todo es mucho más fácil.
Desde aquí intentaré estar al día de las noticias más destacadas y de los descubrimientos e hipótesis más variopintas, acudiendo a vosotros para que me acompañéis en esta nueva aventura que comienzo y que espero compartais mediante ideas y comentarios.

Un saludo a todos.


Comenzamos y como no podía ser de otra manera, presentando al gran comunicador y divulgador del misterio Antonio José Alés. Catedrático de las ondas para muchos, pionero de los enigmas en la radio por esas fechas de los años setenta e incansable investigador de lo desconocido. Fuimos muchos los que crecimos y nos interesamos por lo inexplicable escuchándole cada madrugada en su ya mítico y legendario programa. Pues vamos a ello, poniendo un enlace para que podáis escuchar al genio del misterio, aunque en Ivoox ya no hay episodios solo uno. Ir a escuchar
Por ese motivo os dejo este otro enlace donde están algunos episodios, además con buen sonido.
 
A través de está página os quiero hacer partícipe de los programas que suelo escuchar y, para ello os facilito los podcast desde donde los podéis descargar o simplemente escuchar. Poco a poco se irán añadiendo algunos más o quizás algunos que me recomendéis.

Milenio 3
Nos deleitaba hasta finales del mes de junio del 2015 con muchas novedades en su incansable labor de difundir a través de las ondas sus elaborados programas. Lamentablemente ya no realizan el programa de radio, al menos podemos escuchar sus antiguos podcast y verlos  en Cuarto Milenio por la tele. Recuerdo el excelente espacio de Javier Sierra que dió paso al programa de Cuarto Milenio. Al principio se me hizo difícil el cambio, aunque poco a poco Iker Jiménez se fue haciendo familiar en mis oidos. Claro sin olvidar a Javier Sierra, que últimamente vuelve a estar de nuevo en la televisión junto con Iker.
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Para escuchar el nuevo programa de Iker Jiménez, Horizonte, que se puede ver en Antena 3, se puede oir y descargar  dedes este enlaceDesde hace unos meses se pueden ecuchar  a  Iker n el programa de radio "Universo Iker" Aquí os dejo el enlace de los podcast: Ir a escuchar
Como os he dicho antes al no haber nuevos programas, podéis escuchar y descargar a través de Ivox, los programa de Cuarto Milenio, apenas se notan que son para TV, pues son tan amenos que no sabes ya distinguir si son para radio o para televisión. Lo digo por experiencia. Pues nada animaros y si no lo podéis ver en la tele lo escucháis a través de mp3 en Ivox o en el podcast del programa. 
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Para escuchar el nuevo programa de Iker Jiménez, Horizonte, que se puede ver en Antena 3, se puede oir y descargar  dedes este enlace. Ir a escuchar
 
Espacio en Blanco
Miguel Blanco con su programa es también uno de los pioneros en estas lides, haciendo que cada semana, estemos a la última de los cuentos y descuentos de innumerables temas mistéricos. Este programa de misterio es de los más legendarios de la radio española. Comenzó su andadura en Radio Cadena Española en 1987 y, durante 17 años ininterrumpidos, ha llenado las ondas de temas únicos que han abierto a la audiencia las puertas de otros mundos.
Su director y presentador, Miguel Blanco, está considerado como una leyenda viva del mundo del misterio y ha visitado más de 140 países en todo el mundo persiguiendo enigmas por todo el planeta.
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La Escóbula de la Brújula
Especialmente este programa, al menos para el que os escribe, es unos de los mejores que actualmente se pueden escuchar.
Jesús Callejo, David Sentinella y todo el equipo de colaboradores del programa nos llevan cada semana a un rincón del mundo y de  la Historia, sin dejar delado el misterio. Gracias a todo el equipo por los programas tan magníficos que nos ofrecéis.
Personalmete tuve la suerte de pasar un inolvidable día con Jesús Callejo en uno de sus fantásticos  "Viajes Sagrados" que salían desde Madrid, más concretamente desde la plaza de toros de las Ventas.
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La Rosa de los Vientos
Este es un espacio radiofónico emitido en Onda Cero . Fue presentado y dirigido por Juan Antonio Cebrián hasta su fallecimiento, el 20 de octubre de 2007. En él tienen cabida todo tipo de temas: ciencia y tecnología, misterio, humor, ecología, historia, leyendas, espionaje y servicios secretos, etc. En la actualidad es dirigido y presentado por Bruno Cardeñosa, codirigido por Silvia Casasola, y con Martín Expósito en la redacción. Como homenaje cada programa comenzó durante un tiempo con la coletilla: "La Rosa de los Vientos de Juan Antonio Cebrián con Bruno Cardeñosa", sustituyendo a la anterior "La Rosa de los Vientos con Juan Antonio Cebrián"; ahora la entrada es "La Rosa de los Vientos con Bruno Cardeñosa". 
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Ser Historia
En este enlace se puede acceder a unos programas llenos de dinamismo, intriga y misterio, que además de ser super entretenidos, se aprenderá Historia disfrutando. Los relatos históricos no tienen por que ser densos ni aburridos. Curiosidades, misterios y enigmas de la historia tratados con agilidad, dinamismo y pasión para el que os escribe, es unos de los mejores que actualmente se pueden escuchar.
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El Colegio Invisible
Recomiendo este programa, serio y con buenos locutores e intrevistados y les recomendaría que la música no fuese excesiva pues quita el encanto de escucharlo por la noche y antes de dormir.
Lorenzo Fernández y Laura Falcó Lara presentan este programa en que el misterio lidera el camino. El colegio invisible es un clásico ensayo sobre ufología de donde sale el nombre del programa, indicando la temática que nos disponemos a escuchar. Pero no sólo serán ovnis. Encantamientos, fantasmas, desapariciones, conspiraciones y muchas otras cuestiones inexplicables se dan cita semanalmente en este programa. El colegio invisible se emite por Onda Cero en directo los viernes de 01:30 a 02:30 en horario peninsular español. Puedes escucharlo y descargarlo en Ivoox.                  
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Luces en la Oscuridad
Pedro Riba, dirige y presenta desde 1989 este programa. Disfruta de varias titulaciones y licenciaturas universitarias; Periodismo y Comunicación, Publicidad y Relaciones Públicas, Industriales, Doctorado en Comunicación Social, Master empresarial por diferentes universidades españolas y extranjeras en; Marketing, Publicidad, y Desarrollo Empresarial.
“Luces en la Oscuridad”, es solidario, espiritual y humano. Un espacio de radio que contribuye a hacer un mundo mejor, ayudando a los más desfavorecidos y ofreciendo la suficiente información mediante sus especialistas, expertos en cada área del conocimiento, para que el hombre conozca y obtenga las herramientas necesarias para cambiar el mundo y sus ideas.

Pedro Riba, con su buen hacer,  aborda todas las facetas del ser humano, mente, cuerpo y espíritu., además de informar de todo ese mundo sutil que nos envuelve y que nuestros ojos no perciben: mitos, leyendas, tradiciones, simbología, hermetismo, religión, filosofías, ciencias alternativas. Un programa donde lo real y lo imaginario a veces… conviven. Un programa semanal, en horario nocturno, que pretende ser intimista, relajado, tranquilo y sin estridencias. 


Los Sin Nombre
Antes se llamaba el programa En La Búsqueda y cambió por el de Los Sin Nombre. El problema es que los locutores del programa hablan demasiado, sin interés alguno  para los oyentes y luego se contacta con gente, que muchas veces no se sabe si es cierto o no lo que cuentan.
Presentan Yolanda García y Antonio Roldán, un magazín de  casi dos horas de duración sobre enigmas y misterios, donde los verdaderos protagonistas son los testimonios y los verdaderos buscadores de respuestas, que como se dijo anteriormente son testimonios muy personales.  
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El Último Peldaño
Programa radiofónico que se emite en Onda Regional de Murcia, la radio autonómica de la Región de Murcia, dirigido y presentado por Joaquín Abenza, cuyo objetivo es la divulgación de lo que se puede denominar "Ciencia de Frontera"; es decir: la parapsicología y temas afines, además de todas aquellas materias que están en los límites de la ciencia conocida.
En el programa tienen cabida todos los misterios que desafían el conocimiento humano actual, tratados con el mayor rigor y seriedad pero de una forma amena y asequible a todos los oyentes.
   
Más Allá de la Realidad
Desde hace muchos años nos sorprende con las voces que traspasan el fino velo del misterio: Santiago Vázquez y su hermano Fernando, a quien  ya no le escuchamos salvo en contadas ocasiones. Desde aquí hago un llamamiento a Santiago para que haga realidad la compañía  de una voz femenina en su programa, como él mismo ha comentado. De todas formas le animo a que siga con su trayectoria imprescindible en las ondas.
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El Sótano Sellado
Más que un programa de radio, es una aventura de investigación en la que te sentirás desde el principio partícipe. Es un viaje en busca de respuestas. Porque el Misterio está en la génesis de todo, del Universo, de la Vida, de nosotros mismos.
En el viaje que te proponen te invitan a conoce todos los enigmas y misterios que poco a poco han ido emergiendo del atávico Sótano Sellado oculto en algún lugar de los bosques primigenios de nuestro misterioso mundo. En la actualidad ya no emite.
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Angulo 13
Un espacio centrado en la divulgación de cuestiones relacionadas con los grandes enigmas de la Historia y las Ciencias, así como en aquellas cuestiones de tipo científico que rozan los límites de lo explicable.  Su director hace un tratamiento divulgativo e informativo de los misterios englobados dentro de las Ciencias de Frontera, la Historia y la sociedad.
En el transcurso del programa se desarrollaran diferentes entrevistas relacionadas con la divulgación de temas cercanos al misterio, lo incógnito, la Historia oculta y todo lo englobado en ese velo de lo inexplicable que por su especial trascendencia o interés, merecen ser difundidos. Estas entrevistas vienen salpicadas por pequeños micro espacios dedicados a noticias de la ciencia, publicaciones o eventos recomendados.
Desde hace unos años el presentador Juanca Romero, había hecho una pausa en la difusión de tan magnífico programa, y desde hace poco tiempo vuelve otra vez a emitir su interesante programa.
Os dejo el enlace de las temporadas anteriores: Ir a escuchar
En esta nueva temporada podéis descargar y escuchar los programas emitidos en este interesante podcast, aunque ceo que ya no se emite nada nuevo:  Ir a escuchar

La llamada de la Luna 
Desde hace unos días he quedado sorprendido para bien,  de este  excelente  programa que reune todos los requisios para estar entre los mejores que actualmente se pueden escuchar. No puedo dejar de recomendarlo, es especuialmente bueno, perdón muy bueno.
La Llamada De La Luna, según su blog,  pretende ser una puerta, para quien realice música o escritura. Dar visión, internacional a quien pueda ofrecernos su arte. Si eres tú o conoces a alguien, ponte en contacto conmigo.
Sobra decir, que, si conoces, o has vivido historias paranormales, quieres escuchar alguna en concreto o simplemente criticar mi trabajo, de la misma forma te animo a ponerte en contacto.
A tu juicio, ¿quieres que traigamos a alguien en especial al programa u oír alguna historia? ¿Te gustaría añadir o quitar algo de él?.
Así de bien se publicita, breve, conciso y amigable para todos nosotros que amamos el misterio, la música y la escritura.
Os dejo el enlace su su blog: La Llamada de la Luna . También el enlace de su podast de Ivoox: Ir a escuchar

Otros Mundos
Es un programa dedicado a la temática del misterio y lo desconocido, aunque también hay que añadir que entre sus variadas secciones se encuentra el estudio de los secretos del Universo. El programa de radio se viene emitiendo desde hace 18 temporadas en horario nocturno con una frecuencia semanal. La duración de la emisión es de dos horas y media, en la que abordamos distintas secciones como si de un viaje hacia distintos mundos se tratara.

Otros Mundos está relacionado con un viaje, y para llegar a esos terrenos ignotos, es del todo coherente que se realice subido a una nave que es capaz de llegar hacia esos mundos misteriosos. Por tanto, es de cajón que dicha nave sea una "Nave del Misterio" llamada Otros Mundos.
Pero como lo que necesitamos es un "botón de muestra", nuestro director, Javier Belmar, explica el motivo que le llevó a decir La Nave del Misterio, remontándose al momento donde se gestó y comenzó su andadura dicho espacio en el año 1994 o sea hace 19 temporadas. Y todo tiene que ver con la serie Star Trek (Viaje a las estrellas), en donde la célebre nave Enterprise, se sumergía en unos viajes hacia lo desconocido… viajes que le hacían llegar hacia otros mundos cargados de secretos y misterios.
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La Rueda del Misterio
De un tiempo a esta parte, y por eso lo recomiendo, escucho el programa La Rueda Del Misterio. Su director Miguel Ángel Pertierra, nos ofrecen la temática que tanto nos interesa, ya que sabe mucho de misterio. Utilizando algunas de sus palabras me atrevo a decir que la mente es esa gran desconocida que dirige nuestra existencia y que organiza a nuestro ser. Muchas veces pensamos que todo está claro, pero cuando nos adentramos en este mundo de misterio, algo se desvela y nos deja ver otra realidad.
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Nueva Dimensión
Juan Gómez desde Radio Studio 88, nos ofrece este magnífico programa dedicado al misterio y otras realidades, donde tratan de acercarte a los fenómenos insólitos de ciencia, tecnología, historia, misterio y todo lo que representa un reto o una incógnita para el ser humano.
Personalmente recomiendo el programa en el que colaboran lo más destacado del mundo del misterio. Espero os guste.
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Si queréis comentar algo, dar vuestra opinión, contar algún suceso, lugar, historia, o noticia destacada, podéis hacerlo  mandando un correo a la dirección que figura en el pie la pagina principal que es esta misma: bitacora12@hotmail.com, o bien hacer un comentario donde ponde comentarios, o picando AQUÍ. Muchas gracias a todos por visitar "Rumbo al Misterio".
 


El motín de la Bounty


Es uno de los motines más conocidos de la historia, ya que sobre él se han escrito ríos de tinta y se han rodado obras maestras del cine, protagonizadas por estrellas como Errol Flynn, Marlon Brando o Anthony Hopkins. Durante siglos se han discutido con pasión las razones y culpas de sus protagonistas y se han ensalzado las increíbles gestas marineras que llevaron a cabo. La historia de la rebelión de la Bounty encierra episodios de valentía, pasión, venganza y crimen, además de algunos misterios aún sin resolver.

El HSM Bounty, fue construido en los astilleros ingleses de Blaydes en 1783 para destinarlo como buque de carga, con el nombre de Bethia, aunque fue adquirido por la Armada británica, para cuatro años después de su botadura, hacerse a la mar el 23 de diciembre de 1787 en un viaje sin retorno.
Era un velero de tres mástiles que desplazaba 220 toneladas, contando con 27,7 metros de eslora y 7,4 de manga y armado con cuatro cañones de cuatro libras y diez cañones ligeros.
Su comandante, el teniente William Bligh, era un marino veterano, pese a tener solo treinta y tres años, pues llevaba en la Marina desde que era un niño de seis y había servido a las órdenes del capitán Cook en su última expedición.

Tenía la misión de navegar hasta Tahití para cargar árboles del pan y transportarlos hasta Jamaica, donde serían replantados. El Gobierno de su graciosa majestad confiaba en que los plantones se aclimataran bien al terreno caribeño y sus frutos ofreciesen un alimento barato para mantener a los esclavos que trabajaban en las plantaciones de caña de azúcar.



El comandante William Bligh, navegó sin problemas hacia el Atlántico sur y puso rumbo al Cabo de Hornos con el propósito de adentrarse en el Océano Pacífico. Sin embargo, el mítico cabo hizo honor a su terrible fama. A lo largo de treinta durísimos días, el barco luchó contra los fuertes vientos de proa y un fuerte oleaje que le impedían progresar. El velero, de líneas panzudas y velas cuadras, estaba mucho mejor preparado para navegar de través y de empopada que para ceñir contra el viento, por lo que azotado por los chubascos y el oleaje, las escasas millas que ganaba un día las perdía al siguiente, en una lucha extenuante que agotó el ánimo de su dotación.
Finalmente, Bligh se rindió al poder de los elementos y ordenó virar en redondo para poner rumbo a Tahití por el cabo de Buena Esperanza lo que significaba, como poco, triplicar la distancia a recorrer, pero era la única alternativa que quedaba a su castigada tripulación.

El 25 de octubre de 1788, después de diez meses de navegación y con un gran retraso sobre lo previsto, la Bounty echó el ancla ante las paradisíacas playas de Tahití.
Hasta ese momento, y pese a las acusaciones de comportamiento tiránico que mucho más tarde se verterían sobre él, Bligh no había mostrado rasgos de crueldad excesiva, y mucho menos si lo comparamos con la costumbre de la época, cuando era habitual emplear “el gato de nueve colas” para corregir la más mínima falta de indolencia o indisciplina de la vil canalla de proa. A pesar de todo, el trato recibido pareció a la tripulación demasiado duro para poder seguir soportándolo.
"Hasta esta tarde mantenía la esperanza de hacer todo el viaje sin tener que castigar a nadie", escribió con pesar en su cuaderno de bitácora el 10 de marzo de 1788, cuando ya habían transcurrido diez semanas desde que zarparon de Inglaterra rumbo a los Mares del Sur y se vio obligado a ordenar que un hombre fuera azotado.


Aunque la Historia ha condenado a Bligh como el capitán despótico cuyo sadismo y crueldad provocaron el motín, en realidad era un hombre ilustrado, formado en las nuevas ideas e interesado en los avances científicos, que creía más en las virtudes de una dieta adecuada y una tripulación limpia y sana que en el poder del látigo para culminar con éxito una singladura. Así, impuso a sus hombres medidas higiénicas poco habituales y hasta ejercicios para mantenerlos activos y en forma.
Instauró tres guardias diarias en lugar de los tradicionales dos turnos de doce horas, e incluso contrató de su propio bolsillo para la travesía, a un violinista con el encargo de amenizar con su música la rutina a bordo y hacer que los hombres bailaran; unas medidas muy avanzadas en aquella época previa a la Revolución que estaba a punto de estallar en Francia.

Mientras estuvo al mando de la Bounty, únicamente dos hombres a su cargo murieron: un marinero a causa de una infección y el médico de a bordo, por culpa de lo que entonces se conocía como postración, o sea abatimiento o aflicción. La cifra era extremadamente baja en un mundo donde los marinos constituían mera carne de cañón reclutada en levas a menudo forzosas, entre la morralla humana que pululaba por los puertos.

Quizás, lo más probable que el origen de la rebelión se gestara en las doradas playas de cimbreantes cocoteros que se extendían ante el navío. Los polinesios ya conocían a los europeos y sentían gran aprecio por Cook, que había fondeado en esa misma bahía y les había agasajado con cuentas de vidrio y otras baratijas a cambio de agua y víveres. Así que, a la llegada del gran barco de velas blancas, una flota de canoas cargadas de sonrientes remeros y hermosas muchachas tahitianas adornadas con guirnaldas de flores, se acercó a la nave para darles la bienvenida y subir a bordo sin reparos ni pudores. Después de diez meses de penalidades, aquella visión paradisíaca hizo pensar a más de uno que había alcanzado el cielo.
Para mayor gozo de la tripulación, el fracasado intento de alcanzar Tahití por la ruta del Oeste causó tal demora en sus planes, que resultó imposible recoger los árboles del pan en el momento propicio para su traslado al Caribe, por lo que se hizo imprescindible aguardar en la isla casi cinco meses más. El capitán Bligh mandó construir un asentamiento en tierra firme, del que responsabilizó a su segundo, Christian Fletcher.
Los hombres sucumbieron con gran rapidez a los placeres del trópico, y muchos convirtieron a las nativas en sus concubinas; el propio Fletcher se casó con una de ellas. Mientras tanto, el carácter de Bligh se iba avinagrando viendo que la tripulación se transformaba día a día en un puñado de tipos indolentes, dejados y apáticos.



Casi un año más tarde, el 4 de abril de 1789, con los brotes de árbol del pan estibados a bordo y gran parte de tripulación mirando a la costa con melancolía, la Bounty levó anclas y desplegó sus velas para partir hacia el Caribe. Bligh, que durante su forzada inmovilidad había tenido varias disputas con Fletcher, intentó imponer de nuevo la disciplina a bordo. El descontento se extendió con rapidez entre una parte de la tripulación al verse amonestada por menudencias. El propio Fletcher, encargado de imponer la autoridad, fue amonestado en público varias veces por su comandante. Era un joven de noble familia, poco acostumbrado a los desplantes, y cada vez que se retiraba después de ser advertido por Bligh, se sentía con humillado, e iba creciendo en él un gran resentimiento.

En la mañana del 28 de abril, cerca de la isla de Tonga, estalló la rebelión a bordo. En la guardia de alba y con Fletcher como cabecilla, once amotinados se hicieron dueños del barco tras apoderarse de los mosquetes de la armería y encerrar al capitán en su camarote.
Lo narraba así el propio Bligh en una carta dirigida a su esposa, Betsy: "el segundo y varios otros entraron en mi camarote, mientras dormía, y me apresaron apuntándome con las bayonetas rozándome el pecho, me ataron las manos a la espalda y me amenazaron con matarme si decía una palabra. A pesar de todo pedí a gritos ayuda, pero la conspiración estaba bien urdida y las puertas del camarote de oficiales custodiadas por centinelas, por lo que Nelson, Peckover, Samuels o el maestre no pudieron venir en mi auxilio. Fui luego arrastrado a cubierta en camisa y fuertemente custodiado. Le pregunté a Christian las razones de ese acto de violencia y villanía, pero sólo pudo responder: "Ni una palabra, señor, o estás muerto".

El resto de la tripulación permaneció indeciso; unos pocos se atrevieron a oponerse a los sediciosos, aunque de forma pacífica. Cuando Bligh fue llevado a cubierta, lamentó ante Fletcher haber sido traicionado por alguien a quien había tratado como si fuera su propio hijo. Éste por su parte, le acusó de haber hecho de su vida un infierno. El cabecilla de los amotinados ordenó arriar un bote y meter al comandante y a quienes quisieran seguir su suerte.
Sabían que abandonarles en mitad del Océano Pacífico era lo más parecido a una condena a muerte, la mayoría de los marineros se mostraron leales a su comandante y dispuestos a acompañarle en su destino. Finalmente, Los oficiales Hayward, Hallett y Fryer fueron los primeros elegidos para acompañar a Bligh.
Les siguieron Purcell, Millward, Muspratt y Birket. Los amotinados permitieron que Heywood y Steward, ajenos al motín, permanecieran en la Bounty y 18 tripulantes embarcaron con Bligh y fueron abandonados en un bote de 23 pies, o sea unos siete metros de eslora.



Fletcher consintió en proveer a los abandonados de dos mástiles con sus velas, algunos clavos, una sierra, un pequeño pedazo de lona, cuatro pequeños envases que contenían unos ciento veinticinco litros de agua, ciento cincuenta libras de galleta, treinta y dos libras de carne de cerdo salada, seis botellas de vino, seis botellas de ron y la caja de licores del capitán.
Al carpintero Purcell se le permitió llevar consigo sus herramientas. Fletcher les cedió sus propias tablas náuticas, un sextante y un reloj. Uno de los hombres pidió a Fletcher que les diera una brújula, pero éste se negó.
El comandante permaneció en pie, mirando a la Bounty, hasta que su barco se perdió de vista en el horizonte. A bordo del navío, Fletcher miraba a su vez la pequeña embarcación atestada de gente, con un nudo en la garganta. A unos les esperaba un futuro de permanente huida, con el cadalso como final si eran prendidos por la larga mano de la corona inglesa. A otros, una azarosa supervivencia en medio de un mar inmenso, a merced de los elementos, la sed, el hambre y, a miles de millas de distancias de cualquier lugar civilizado.
Tras una deriva de 3.600 millas durante siete semanas llegaron a Timor. Lograron salvarse y regresar de forma muy accidentada a Inglaterra

El destino del HSM Bounty y la isla de Pitcairn
Después de la rebelión de la Bounty, Christian navegó hacia Tahití, donde dieciséis de los hombres decidieron quedarse, y poco después, él y otros ocho rebeldes, haciéndose acompañar de diecinueve polinesios, se refugiaron en la isla de Pitcairn. Arrojaron el barco entre las rocas, sacaron todos los elementos que podían servir y, finalmente, el 23 de enero de 1790 lo quemaron.
Esta pequeña isla volcánica está situada a cinco mil millas de Australia y a mil trescientas cincuenta de Tahití. Fue vista por primera vez por Robert Pitcairn el 2 de julio de 1767.

El capitán de la Armada Carteret había acompañado al capitán Wallis en una expedición conjunta ordenada por el Almirantazgo hasta que una fuerte tormenta los separó tras cruzar el Estrecho de Magallanes. Carteret cometió el error cartográfico de situarla en el mapa con un error de doscientas millas. Debido a este error cartográfico los perseguidores británicos no lograron encontrar a los amotinados tras una búsqueda de tres meses.
En 1808 un ballenero arribó a Pitcairn, comprobó que ocho de los nueve británicos habían perecido por asesinatos o suicidios. En 1825, un buque británico ofreció el perdón al superviviente Adams y en 1838 Pitcairn, junto con las desiertas islas de Henderson, Ducie, y Oeno, fueron incorporadas al imperio británico.
Los hombres que decidieron permanecer en Tahití fueron finalmente apresados y trasladados a Inglaterra donde fueron juzgados. Tres de ellos fueron colgados y otros siete fueron perdonados.
El comandante Bligh reconoció que las relaciones afectivas con las nativas de Tahití fueron determinantes en la rebelión.
Era muy estricto y buen marino y logró ascender completando una buena carrera en la Marina. Este episodio ha sido fuente de inspiración para literatos y cineastas. Lord Byron escribió un poema titulado The Island, donde narra los acontecimientos ocurridos en la isla. El motín es bien conocido por las adaptaciones que han sido llevadas al cine.



El pequeño grupo comenzó lo que Christian imaginó como una idílica, pacífica existencia en una isla utópica. Sin embargo, los problemas los acuciaron casi inmediatamente debido, en parte, a la proporción desigual de hombres y mujeres.
En cuatro años murieron cinco amotinados, incluyendo a Fletcher, como también todos los hombres tahitianos. El primero en morir por causa natural fue Edward Young, de asma, en 1800.
Sólo diez años después del motín, John Adams (alias Alexander Smith) era el único sobreviviente masculino, con once mujeres y veintitrés niños.
“Tuve un sueño, relató Adams, que cambió toda mi vida. Un ángel que parecía estar parado a mi lado me habló, amonestándome por mi vida pasada, y después me llamó a arrepentirme e ir y enseñar a los niños el camino de la Biblia de Christian”.
Después de esto, Adams, con el mayor de los hijos de Fletcher, buscó en el arcón de marinero de Christian y encontró su Biblia y el libro de rezos, que su madre le había dado años antes. Éstos fueron los libros de texto usados en la escuela que se organizó.
Desde este momento, bajo la benevolente guía de un amotinado penitente, el poblado comenzó a desarrollarse como una sociedad pacífica. El mundo exterior conoció por primera vez su existencia en 1808, cuando el capitán Mayhew Folger, a bordo del barco americano Topaig, avistó la isla y se detuvo para buscar focas. Para su asombro, un pequeño bote remó suavemente desde la costa y tres jóvenes lo saludaron en «un perfecto inglés», solicitándole que atracara allí porque, tenían un hombre blanco en tierra.



El capitán informó su hallazgo, pero el descubrimiento de este escondite no causó impresión en Inglaterra porque estaban preocupados con las guerras napoleónicas. Fue siete años más tarde que dos barcos ingleses volvieron a encontrar la isla, casi por accidente, y nuevamente los capitanes quedaron perplejos al encontraron jóvenes de habla inglesa.
El amotinado John Adams asumió las responsabilidades para ser llevado a Inglaterra bajo arresto y, de esta manera, demostró su anhelo por retornar a la tierra natal a despecho de los cargos pendientes sobre él. Su mujer, su hija y otros miembros de la comunidad le rogaron que no partiera. Adams entonces se quedó en Pitcairn, muriendo allí en 1829 a la edad de sesenta y dos años.

Ya más en contacto con el mundo, los habitantes hicieron dos tentativas en la década de 1800 para asegurar su futuro, en contra de las amenazas de sequía y el terror a la sobrepoblación. Algunos emigraron una vez a Tahití, más tarde a la isla Norfolk. Un grupo retornó, organizó un sistema de gobierno y la colonia entera abrazó la fe Adventista del Séptimo Día. Hoy esta iglesia es la única de Pitcairn.
Algunas personas que visitaron la isla informaron que la comunidad era devota, hospitalaria, alegre y vivía en economía cerrada. Las casas y los muebles eran simples, aunque adecuados, a la manera de la antigua Polinesia. Para cubrirse, las mujeres hacían tapas, una especie de vestido de papel. Era un trabajo lento y laborioso, pero las prendas producidas eran confortables y a la vez modestas.
Las mujeres también sabían cómo preparar abundantes comidas a partir de los alimentos existentes en la isla. La dieta era predominantemente vegetal, aunque incluía carne y pescado, una o dos veces a la semana. La comunidad vivía como una gran familia y aumentaba su población por medio del casamiento entre primos.

Debemos notar que desde varias generaciones atrás, no hubo en apariencia degeneración de las condiciones genéticas ni enfermos endémicos. Por el contrario, los últimos visitantes los describen como individuos básicamente sanos, fuertes y listos.
Su población declinó de más de doscientos en 1937 a menos de setenta en 1974. Sólo seis familias están ahora representadas, tres de las cuales perpetúan los apellidos de los amotinados: Christian, Young y McCoy.
En contra de muchas conveniencias modernas, la gente vive a la manera como lo hacían sus antepasados. Sus vestidos tapa, han sido reemplazados por el vestuario estilo western entre cowboy y viejo oeste, en su gran mayoría abandonado por los barcos que han pasado.
Tienen unas cuantas motocicletas, unos pequeños autos para moverse y hay también motores para lanchas. Pero todavía se requiere gran habilidad de parte de los marineros para evitar los peligros de las botaduras y de los atraques.



Las lanchas han sido siempre y son todavía el único medio por el cual cualquier persona o cosa llega o sale de allí. Aún hay días en los que no saben cuándo llegará el próximo barco. No es fácil organizar una visita a Pitcairn.
Los turistas que optan por permanecer más de un día, son los que tienen la aprobación del consejo de la isla y del gobierno inglés de Auckland, en Nueva Zelanda. Aún cuando el permiso es generalmente concedido, el procedimiento lleva meses.

Ian M. Ball, un corresponsal austriaco, tuvo éxito en este trámite. En su libro Pitcairn: hijos del motín, hace algunas observaciones sobre el estilo de vida de la que es probablemente la más remota isla habitada de nuestro planeta.
Había carne de cabra y pollo; carne de vaca en conserva y lengua importada de Nueva Zelanda. Espaguettis conservados en frío se mostraban en la mesa del buffet, con etiqueta y todo. Los pescados de la isla aparecían al lado de latas de sardinas de Portugal. Otros platos tenían papas irlandesas, remolachas, judías, guisantes, coles, cebollas encurtidas, puré de tomates, zanahorias hervidas, bananas, calabaza cocida al horno y habas. Variedad de ensaladas con la misma presentación, estaban acompañadas por pan y bizcocho caseros cocidos en hornos de piedra.

Y luego los postres: pasteles de calabaza en forma de panes cuadrados, hechos dentro de las latas que los hombres enderezaban; gelatinas de fruta y tortas surtidas; bollos y pastelitos.
La fruta fresca estaba olvidada, probablemente porque era un alimento muy común en la vida diaria como para ser usado en ocasiones festivas. Y también los productos lácteos; ellos no tienen paladar para el queso y la leche.
Los invitados, bien limpios y pulcramente vestidos, se alineaban por edad de 11 meses a 80 años. Charlaban excitadamente con sus parientes, con los que habían estado la mayor parte del día. El tema central era la comida. El anfitrión imponía silencio y luego entonaba una bendición solemne. Después de un Amén espontáneo de cada uno de los presentes, gritaba: ¡Ahora coman ! ¡Hagan saber si es suficiente, con un grito!.
El correo, la iglesia, el palacio de justicia y el pequeño dispensario estaban agrupados en la plaza. También allí, dos piezas del recordado Bounty en exhibición pública: la Biblia y el ancla de doce pies.

Actualmente no está la Biblia del barco, sólo existe la que la madre de Christian le dio y que John Adams sacó de su arcón. Es la reliquia más reverenciada.
La campana del barco, ubicada también en ese lugar, ha sido siempre usada como el único medio de comunicación. A través de los años su código ha permanecido igual:
5 campanadas: «¡Barco a la vista!».
4 campanadas: reparto público de las mercancías que traen los barcos.
3 campanadas: reunión de la aldea.
1 campanada: servicios religiosos.



A los chicos se les ha enseñado que nunca deben hacerla sonar jugando. Cuando la campana suena cinco veces, se produce una gran excitación en la aldea. Los hombres echan a correr hacia las lanchas, cogiendo su provisión de curiosidades talladas a mano, cestas tejidas por las mujeres, frutas frescas y sellos que son populares entre los comerciantes y coleccionistas de todo el mundo. Quieren vender sus productos en los barcos que pasan.
Cinco campanadas también significan que habrá atención médica, siempre que el barco lleve un doctor. Nunca hubo uno en la isla. En el pasado, si los remedios caseros fallaban, el paciente moría. Ahora tienen un radioaficionado, Tom Fletcher, descendiente de la sexta generación de Fletcher, que puede solicitar una ayuda de emergencia si un barco está lo suficientemente cerca como para responder al llamado. En años recientes, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha exigido al pastor tener una esposa que sea enfermera registrada.

El pastor actual siente que la mayor parte de los miembros de la congregación ve sus orígenes como una historia deshonrosa. No hay cultura folklórica y se le da poca importancia al pasado. Cuando se les pregunta la opinión de por qué sus antepasados se amotinaron, los hombres de alguna relevancia en la comunidad responden: Está todo en el film de Charles Laughton. Fue la crueldad de Bligh… No hubiera podido hacer nunca lo mismo que hizo Fletcher… Pero esto no quiere decir que tengamos algún rencor contra él. Nadie lo odia realmente.

Los deseos de Fletcher de la isla utópica nunca se materializaron. Los isleños continúan sufriendo penalidades y un futuro incierto provocado por los recientes ensayos atómicos franceses, realizados quinientas millas de distancia.
A pesar de las muchas y constantes amenazas contra la continuidad de su existencia, los viejos prefieren permanecer allí. Sin embargo, los jóvenes parecen sucumbir cada día más a los encantos del mundo exterior y hablan con ardor de una tercera y quizás última evacuación.

Luis Marden encuentra el pecio de la Bounty. Año 1957 

Len me ayudó a poner el Aqua-Lung y me sumergí el primero. Mientras esperaba a Len, me orienté con la piedra grande bajo la que había estado el ojete metálico y crucé poco a poco la alfombra animada de algas ondulantes, examinando minuciosamente el fondo de la cala.
Sobre un lecho de algas vi un objeto con forma de media luna. Al acercar más la cara vi que era un tolete. A diferencia de los toletes corrientes en forma de U, éste tenía un brazo notablemente más largo que el otro, formando una media luna ladeada que se parecía asombrosamente a una luna nueva o al símbolo del Islam. Cuando miré, varios peces de arrecife de aspecto estrambótico de color negro y amarillo nadaban escalonados sobre la media luna de los árabes. ¡Una fantástica coincidencia que sólo el mar podría producir!
Seguidamente llegué de forma inesperada a una larga zanja de arena. El extremo más próximo a mí estaba cubierto con piedras calizas blancas escondidas por algas calcáreas y podía ver pequeños garabatos en la superficie, una curiosa filigrana que parecían gusanos petrificados. Acerqué la cara aún más, casi tocando el fondo. Mi corazón dio un salto. Los garabatos eran clavos incrustados, clavos de la Bounty, docenas de ellos.


Miré hacia Len. Estaba justo encima de mí, mirando interrogativamente. Le extendí la mano moviéndola violentamente y le señalé. Miró sonriendo y asintiendo con la cabeza, y nos dimos la mano otra vez. Habíamos encontrado el lugar donde reposaba la Bounty. Más allá se extendían otras dos zanjas hacia el lugar donde estaban las barras de lastre en el agitado oleaje. Había estado buscando demasiado hacia el este. 
Al parecer, los vientos y corrientes predominantes habían cambiado la dirección del barco cuando se acercaba a la costa. La proa se había dado la vuelta en la costa y la popa había virado hacia el oeste. Empecé a extraer la capa de clavos. A cada agolpe de martillo se levantaba una bocanada de humo negro, madera carbonizada de la Bounty, todavía aferrada a las sujeciones metálicas. Era sumamente difícil mantener una posición en el fondo. El mar nos tiraba totalmente al fondo o nos llevaba hacia la costa tumbándonos de espaldas.

Cerca de los clavos encontré un tornillo largo, parcialmente descubierto. Fui despejando con cuidado ambos lados hasta que quedó suelto. Subiendo hasta la canoa que se tambaleaba, lancé el tornillo por un costado. Len y yo vimos lo suficiente para convencernos de que habíamos encontrado la cola de la quilla, o al menos una de las principales tracas del casco, aunque no vimos tablones ni cuadernas.
Todo estaba cubierto por una capa caliza dura. Cuando cavamos más hondo, encontramos fragmentos de cobre en buen estado y de unos tres milímetros de grosor, del que el Bounty había estado recubierto. Cuando seguimos excavando conseguimos trozos más grandes del barco.
Aquella noche pulí y saqué brillo a un clavo recubierto de bronce hasta que brilló como el oro. ¡Un trozo del verdadero Bounty! La pulida superficie dorada captaba la luz con un efecto fascinante. Mientras lo miraba y soñaba, me pareció ver el astillero en Deptford, con la Bounty en construcción y los artesanos trabajando en él. Oí los toques de los golpes del martillo, el tintineo del hierro al calafatear, y el chiquichaque de las azuelas partiendo el sólido roble inglés. Olí el aroma a vino de la madera nueva, rezumando savia bajo el ardiente sol, el olor resinoso de la brea y la limpia esencia astringente del alquitrán de las jarcias. (Luís Marden 1913-2003)


Combustión espontánea


Qué es y porqué se produce la combustión espontánea en los humanos
Se usa el término combustión espontánea humana para describir los casos de incineración de personas vivas sin una fuente externa de ignición aparente.

Aunque existen multitud de hipótesis sobre la combustión espontánea, la posición mayoritaria es de escepticismo sobre la propia veracidad del hecho. Los defensores de la existencia de este fenómeno contabilizan alrededor de 200 casos documentados desde el siglo XVIII. Pero en la mayoría de los casos apenas hubo una investigación sobre las circunstancias que lo rodearon, y muchos de ellos se basan en testimonios de segunda o tercera mano y se carece de datos tan básicos como el nombre de la víctima o la fecha del incidente.

Todas las victimas de combustión humana espontánea, siempre han sido encontradas con una actitud natural, como si todo hubiera pasado de repente. Otro misterio de las combustiones humanas espontáneas es el extraño silencio de las personas que son atacadas por el fuego, que parecen incapaces de llamar ayuda o de ponerse a salvo y en los casos en que logran sobrevivir, quedan traumatizados de por vida, ante su terrible aventura.

Coincidencias mayoritarias
El mayor problema que aparece al estudiar las alegaciones de combustión espontánea es la falta de datos. En la mayoría de los casos no se cuenta con datos forenses o investigaciones detalladas y en muchos casos se carece de información tan básica como el nombre de la víctima o la fecha del suceso.
En los casos en los que se cuenta con descripciones detalladas y fiables, no se han encontrado pruebas de ningún tipo de combustible para que se manifieste este fenómeno, pues en este extraño caso de combustión es necesario evaluar los aspectos siguientes, en los cuales aparecen una serie de elementos comunes: 

a) El fuego suele estar localizado en el cuerpo de la víctima. Los muebles y electrodomésticos cercanos a la víctima suelen quedar intactos. Los alrededores de la víctima sufren poco o ningún daño.

b) La temperatura de combustión es lo suficiente fuerte para quemar los huesos, estamos hablando de temperaturas entre aproximadamente de unos 1.500 grados centígrados en menos de 1 minuto; estas temperaturas son utilizadas en metalurgia y siderurgia.

c) La velocidad de propagación de esta combustión es muy alta y esto no es muy común. Es necesario para entender esto que los crematorios en proceso de incineración de cadáveres duran horas y aun así los huesos tendrán que ser machacados para reducirlos.

d) La mayoría ocurren en apartamentos o habitaciones cerradas incluyendo las ventanas, o sea, hay muy poco oxígeno para alimentar esa combustión.

e) La Combustión Espontánea no consume elementos inorgánicos, es decir, objetos con predisposición a arder, como mobiliario, enseres etc…

f) La zona alrededor de la víctima y, a veces el resto de la habitación, se encuentra cubierta de un hollín grasiento.

g) El cuerpo de la víctima suele quedar mucho más quemado que en un incendio convencional. Las quemaduras, sin embargo, no se distribuyen uniformemente por todo el cuerpo. El torso suele quedar muy gravemente dañado, a veces reducido a cenizas, pero las extremidades de las víctimas a veces quedan intactas o poco dañadas. Esto significa que ese fuego llega a un punto determinado y luego se detiene. El caso es que aún nadie sabe por qué se detiene el proceso en ciertas partes del cuerpo.

h) El origen de la Combustión Espontánea es interior, al menos eso es lo que se cree. Este extraño fuego quema al cuerpo físico, pero no las ropas de la víctima ni sus zapatos.

i) La Combustión Espontánea también es llamada: Ignición Súbita, pero es también: Involuntaria, por lo tanto, las personas no son para nada conscientes de lo que les está sucediendo.

j) Por lo general, todos los casos ocurren en el interior de edificios.

k) Casi siempre las víctimas tienen algún problema de movilidad (invalidez, sobrepeso…) o se encuentran incapacitadas (consumo de alcohol, barbitúricos…). aunque también es importante señalar que la Combustión Espontánea se manifiesta en personas bajas en grasa. Parece que hay gente a la cual les interesa que ignoremos la verdadera realidad de este tema, como puede ser el caso de la ciencia.

l) En todos los escenarios hay alguna posible fuente externa de ignición.

m) Las víctimas son encontradas un largo tiempo después de ser vistas con vida por última vez (típicamente más de 6 horas).

n) Las víctimas de esta extraña combustión siempre están solas. Nunca hay testigos oculares del momento del suceso. Existen casos en que este fuego se apaga repentinamente cuando llegan testigos y tienden a ser adultos mayores o generalmente estas personas son de edad avanzada.
Las explicaciones racionales de estos sucesos se engloban en dos categorías básicas: Crímenes y efecto mecha.


Varias teorías. ¿Hecho paranormal?
Existen multitud de explicaciones de diversa índole que son rechazadas por la ciencia, bien por recurrir a elementos mágicos o por estar en contradicción con los conocimientos actuales. Estas engloban desde la intervención divina, ampliamente difundida en los siglos XVIII y XIX, el aumento de combustibilidad por consumo de alcohol, partículas exóticas, energías místicas, intervenciones de espíritus, etc.

En el siglo XIX se pensó a un castigo divino reservado a los alcohólicos, pero esto no daba una explicación sobre la velocidad de combustión y el absoluto respecto del ambiente circunstante. Además, algunos experimentos probaron que un sillón empapado en alcohol deja de quemar cuando el alcohol se termina.
Otra teoría sobre este fenómeno es que las víctimas se hubiesen incendiado de forma natural debido a un acercamiento a una fuente de calor como una chimenea, pero esto no explicaba la mitad de los casos en los cuales las víctimas se encontraban lejos de cualquier fuego.

Una teoría más interesante se basa en la comprobación que los casos de combustión humana espontánea aumentan cuando la curva geométrica de la tierra se encuentra en el punto máximo, esta curva varía considerablemente en relación a la actividad solar. Esto parecería indicar que las combustiones humanas espontáneas, son el resultado de una cadena de eventos complejos, de una interacción entre algunas condiciones astronómicas bien definidas y las condiciones físicas de un individuo.

Estas mismas condiciones podrían activar el fenómeno de las “bolas de fuego”, según muchos físicos, estas bolas pueden liberar una energía enorme, con producción de ondas-radio parecidas a las de un horno a microondas. Tomando en cuenta esta hipótesis, la combustión humana espontánea podrían darse debido a la presencia de una bola de fuego en proximidad del cuerpo o debido a la acción de un gigantesco campo de ondas radioactivas que formarían estos globos de fuego.

En la mayoría de las muertes, la explicación oficial se resumía en incendios involuntarios causados accidentalmente, por ejemplo, mediante cigarrillos no apagados correctamente. Que las víctimas fuesen todas de avanzada edad, por consiguiente, más sujetas a descuidos y menos capaces de reacción, parecería corroborar la teoría. Sin embargo, quemar un cuerpo de modo que se vea convertido en ceniza no es tan sencillo. Se necesitan los rigores del mismo infierno para que los huesos queden calcinados, temperaturas muy superiores a los mil grados centígrados. Por lo tanto, es imposible, que una colilla caída sobre un tejido pudiera convertirse en semejante deflagración.

Uno de los principales argumentos utilizados por los defensores de una causa paranormal de la combustión humana espontánea es que el cuerpo humano está compuesto principalmente por agua, sin embargo, en muchos casos de combustión espontánea, los cuerpos de las víctimas fueron reducidos a cenizas.
En estos casos donde este fuego se ha manifestado, los investigadores señalan que existe en la atmósfera una especie de vapor: con tonalidades amarillentas visibles. También hay casos en que un cuerpo está ardiendo en fuego y han sido vistas llamas azules. La Combustión Espontánea es una especie de acción exotérmica y atómica, se dice que es una reacción nuclear, pero a otros niveles.

Es como que si las personas atacadas por este fuego misterioso explotan desde adentro. Nuestro cuerpo tiene aproximadamente un 75% de agua al nacer y cerca del 65% en la edad adulta, esto significa que esta fuerza ígnea evapora en forma rapidísima todas las moléculas de agua.

 
Explicaciones científicas

Unos científicos dicen que es por el sebo de nuestro cuerpo, otros que puede ser porque nuestro cuerpo produce acetona, que también es inflamable. Pero hay que tener en cuenta que nuestro cuerpo tiene entre un sesenta y setenta y cinco por ciento de agua, sería como poner fuego en una piscina.
Según los científicos, una de las características de estos fenómenos, es la enorme intensidad de calor. En circunstancias normales el cuerpo humano se incendia con dificultad sobre todo cuando se trata de un cuerpo vivo y para reducirlo en ceniza se necesita un calor intenso para muchas horas, esto quemaría todo a su alrededor.

De acuerdo con el doctor Wilton M. Krogman, un antropólogo experto en medicina legal y profesor de medicina en la Universidad de Pennsylvania, se necesitan por lo menos 1650° Celsius para quemar un cuerpo humano. Los elementos típicos de una auto combustión son varios: la edad y el sexo de la víctima cuentan menos que su estado físico y fisiológico. En la mayoría de los casos la víctima es una persona sola, que conduce una vida sedentaria a veces con alguna enfermedad o depresión.

Todos estos factores pueden influir sobre el cuerpo hasta alterar el metabolismo y provocando un desequilibrio en los agentes productores de fósforo y un comportamiento anómalo de los mecanismos predispuestos a la regulación del calor corpóreo. Si además de estos factores, luego de algunos días de intensa actividad de manchas solares, una tempestad magnética hace aumentar considerablemente el campo magnético de la localidad donde vive la víctima, puede bastar una pequeña chispa para empezar una hoguera humana. Algunos de estos factores no se corresponden con la realidad, al no corresponder exactamente con cada víctima.

En investigaciones realizadas en Cambridge sobre el fenómeno, tratándolo de explicar, el Profesor biólogo Bryan J.Ford, tiene sus propias conclusiones:
La gente simplemente arde, dice Ford. Ellos pueden estar tranquilamente sentados en el sillón o acostados en el diván y de golpe se convierten en pasto de las llamas. Del cuerpo salen llamas azules como si fuera el fuego de un soplete y poco después se convierte en cenizas. Por lo general, solo las piernas quedan intactas. Las cosas cercanas, como ser una pila de periódicos sobre el brazo del sillón o las pantuflas tampoco sufren deterioro alguno. A lo largo de los siglos la auto combustión humana suscita numerosas discusiones, muchos la consideran un mito. Pero realmente existe y ahora suponemos que podemos explicar la causa de su procedencia.

Ford utiliza cerdos en sus experimentos, porque el código genético de estos animales es el más parecido al humano. Por esto son los más apropiados para comprobar sus hipótesis. Cree haber identificado una sustancia, que, según él, puede ser la solución al enigma. Aunque, como bien dice este doctor, muchas veces se pasa por alto, que el cuerpo humano produce una sustancia volátil: La acetona. Es la misma sustancia que se usa como quita esmalte de uñas.

Según el profesor, todas las células vivas producen acetona dentro de unos límites. En determinadas condiciones puede acumularse en el organismo humano. La acumulación excesiva se conoce como cetosis y se produce en los casos de alcoholismo, de alimentación incorrecta y también si la persona sufre de diabetes. O sea que, si se está enfermo, el nivel de acetona puede aumentar. Una chispa de lo más pequeña, puede reaccionar con la acetona, ya que es muy inflamable.

El científico dijo: durante una semana pusimos en remojo en etanol un trozo de peritoneo del cerdo. Incluso envuelto en gasa impregnada en alcohol, aunque sabía que no iba a arder. Por lo general, nuestros tejidos no contienen etanol, pero en nuestro cuerpo hay un componente muy inflamable, cuya concentración puede elevarse considerablemente. Los lípidos triglicéridos se disgregan en el organismo y forman ácidos grasos y glicerina.

Los ácidos grasos pueden ser utilizados como fuentes alternativas de energía en el proceso de oxidación, que conduce a la acumulación de las moléculas metabólicas. Éstas mantienen el ciclo de Krebs productor de energía dentro de las mitocondrias en las células de nuestro cuerpo. También este hombre estaba seguro que todo esto, combinado con la energía estática, más las fibras sintéticas de los tejidos, pueden ser altas fuentes de ignición.

Teoría de fuego por descarga estática
Hay explicaciones pseudo científicas como el fuego por descarga estática. Esta teoría afirma que, bajo ciertas circunstancias, la electricidad estática sube hasta niveles tan peligrosos en el cuerpo humano que una descarga en forma de chispa puede prender las ropas.
Un shock eléctrico estático perceptible creado al realizar ciertas actividades mide típicamente 3.000 voltios. La carga eléctrica puede subir a niveles muchos más altos dependiendo de otras condiciones tales como la humedad. Caminar por una alfombra puede crear una diferencia potencial de 1.500 a 35.000 voltios. El 70% de estos sucesos ocurren en un clima frío y seco, que favorece la carga de electricidad estática.

El fenómeno de enormes cargas estáticas en cuerpos humanos fue advertido por primera vez por el profesor Robin Beach del Instituto Politécnico de Brooklyn quien creía que alguna persona podía llegar a acumular la suficiente carga estática como para prender materiales inflamables al contacto con su cuerpo. Aunque propuso esto como una posible causa para los casos de combustión espontánea, Beach no creía que hubiera una relación con la presunta combustión espontánea genuina, puesto que ninguna forma conocida de descarga electrostática podría hacer que los tejidos de cuerpo humano ardiesen. Aunque sí creía que una descarga estática lo suficientemente fuerte, podría provocar la ignición de polvo o pelusa en la ropa.

John E. Heymer pone en su libro The Entrancing Flame dos ejemplos de supervivientes de descargas estáticas potencialmente fatales, ambos con testimonios oculares. Los testimonios aparecen como declaraciones escritas y firmadas, omitiendo algunos detalles para preservar la intimidad de los testigos. Dichos casos son:

Debbie Clark, quien en septiembre de 1985 observó que ráfagas de luz azul emanaban ocasionalmente de su cuerpo.
Susan Motteshead, quien en el invierno de 1980 sufrió un incendio espontáneo de sus ropas, según el testimonio de su hija.
Heymer sugirió que, en estas personas con desequilibrios emocionales, un proceso psicosomático puede disparar una reacción en cadena liberando hidrógeno y oxígeno dentro del cuerpo, detonando una reacción en cadena de explosiones mitocondriales. Las teorías de Heymer han encontrado muy poco apoyo.
Unificando todo lo anterior en una sola teoría, el profesor hizo un experimento, esta vez con acetona, para probar que tenía razón. Con una loncha de panceta, hizo un muñeco, vestido con ropas en miniatura, lo impregnó con acetona.

Puso un decorado de cartón tras el monigote. Esto se hizo así porque en los casos de combustión humana espontánea el cuerpo arde, pero no sucede así con el mobiliario de la casa ni con la casa.
Prendieron fuego al muñeco impregnado y la acetona hizo que la ropa ardiera totalmente y según su teoría, la grasa y la acetona se combinaron para que, en media hora el muñeco quedase reducido a cenizas. Por supuesto, el muñeco sólo estaba hecho con una simple tira de bacón, sin hueso, por lo que tampoco se puede dar por válida esta teoría ya que los huesos no se queman tan fácil. 
Encima tuvo que apagar el fuego porque de no hacerlo, saldría ardiendo el cartón. Por otra parte, el profesor usó una alta concentración de acetona, lo cual es incompatible con la vida o lo que es lo mismo, no se llega a alcanzar en una persona por muy enferma que esté. Por otra parte, el caso de uno de los supervivientes, Frank, era un hombre sano, el cual no reunía los requisitos que exponen en sus estudios los científicos, para ser candidato a víctima de este fenómeno, por lo cual esta teoría de nuevo se ve rebatida.

El ingeniero, investigador de lo paranormal y director de una organización llamada Parascience International, Larry E. Arnold, se interesó en el tema de la auto combustión y dedicó una gran parte de su tiempo a la controversia de la combustión espontánea y publicó un libro en 1995 sobre el tema, titulado Ablaze (En llamas).

En su teoría, especula con la existencia de una partícula subatómica aún desconocida a la que se refiere como pyroton, que sería emitida en los rayos cósmicos. Normalmente esta partícula pasaría a través del cuerpo sin interactuar con él, como un neutrino, pero ocasionalmente, al colisionar con un núcleo celular podría desatar una reacción en cadena que destruye el cuerpo por completo. Las reacciones frente a su teoría son casi unánimemente negativas. Este investigador fue invitado por las autoridades del Condado de Sequoyah en Oklahoma, para esclarecer unos incendios misteriosos. Tras entrevistar a varios testigos entre ellos al mismo Sheriff e incluso al jefe de bomberos, el cual pudo comprobar que no hubo fuente externa de ignición, por lo cual, el misterio era latente.

Joe Nickell, escéptico e investigador de lo paranormal, no da mucha importancia a este fenómeno, sin embargo Arnold discrepa,en cuanto a que le parece un fenómeno digno de estudio. En un caso de incendio normal los órganos internos y el esqueleto quedarían intactos, por lo que se podrían identificar a las víctimas. Según la ciencia esto se le llama “efecto mecha” y no tiene nada de espontáneo. Pero Arnold demostró lo contrario.


La teoria científica del efecto mecha
A pesar del nombre de “espontánea”, lo cierto es que nunca ha habido testigos presenciales del momento de la ignición y en todos los casos con suficiente información transcurrieron varias horas desde que la víctima fue vista por última vez y el descubrimiento del cadáver. El efecto mecha fue propuesto por D. J. Gee en 1965 como explicación de la muerte de una mujer.

El efecto mecha, o efecto vela, se produce cuando la ropa de la víctima se prende con alguna fuente de ignición externa. Si se dan las condiciones adecuadas, este primer fuego quema la piel y empieza a derretir la grasa corporal. Esta grasa es absorbida por la ropa, que actúa como la mecha de una vela, alimentando el fuego de forma constante durante horas. La grasa humana arde a 215 °Celsius aunque, si está embebida en una mecha puede arder a una temperatura menor. Ese tipo de temperatura es mucho menor que la utilizada en hornos crematorios, en estos la temperatura está optimizada para incinerar un cuerpo en poco tiempo, y temperaturas menores pueden conseguir el mismo efecto si actúan durante bastante tiempo (eso dicen los científicos, aunque el efecto mecha no tiene base cierta).

J. D. De Haan del Instituto Criminalista de California, un experto forense en incendios y autoridad sobre el efecto mecha, ha estudiado, explicado y reproducido el efecto con éxito y divulgado sus experimentos en documentales para la BBC y el canal National Geographic. Realizó para la BBC un experimento con un cerdo, llegando a arder durante más de siete horas y reduciéndose a cenizas. La simulación tenía todas las características de la combustión humana espontánea: fuego altamente localizado, cuerpo severamente quemado, y objetos circundantes no quemados. Pero se ha puesto en duda la validez de esta prueba.

Pruebas que invalidan el efecto “mecha”.
El efecto Mecha a sido utilizado para explicar los fenómenos de combustión espontánea, pero este experimento realizado por expertos en el tema demuestra que está errado.

a) Se simuló una “vela humana” envolviendo un hueso de cerdo con carne y grasa frescas. La grasa de cerdo debía amplificar el efecto.

b) El hueso se envolvió con tejido y se dejó caer un cigarrillo encendido. Solo chamuscó el tejido, y fue necesario aplicarle una llama para que ardiese.

c) Una vez que ardió hasta convertirse en cenizas, las llamas se apagaron sin que se encendiese la grasa. Así arde un cuerpo humano en circunstancias normales.

d) Para lograr que continuase quemando, fue necesario aplicar una llama para eliminar el agua y permitir que se iniciase la combustión.

e) Para conseguir esta carbonización se emplearon 50 minutos más. La combustión había cesado y el hueso ennegrecido sobresalía por cada extremo.

f) Se eliminó la grasa empleando un cepillo metálico. Debajo de esta capa, el hueso no parecía quemado.

En una habitación especial de la Universidad de Harrisburg, Arnold, realizó un experimento para explicar, que es erróneo lo que la ciencia difunde como “efecto mecha”. Según el “efecto mecha” la grasa que contiene el cuerpo humano, aviva la ignición.
Este investigador hizo su experimento con un trozo de cerdo, con su fragmento de hueso, envuelto en tela. Prendió el paño con una cerilla. Se necesitan como mínimo 1000 grados centígrados para reducir un cuerpo a cenizas. Midió la temperatura en intervalos regulares.
Tras quince minutos, la tela chamuscada y como mucho llegar a 370 grados centígrados, ni la carne se quemó y aún menos se calcinó. O sea que con esto probó que esa información o explicación era totalmente inútil y falsa. Al menos estos hechos en los cuales la víctima quedaba totalmente calcinada, sin que el mobiliario estuviera afectado, no tenían explicación con “el efecto mecha”.

En los casos de combustión espontánea el cuerpo queda calcinado, reducido a cenizas, salvo algunos casos en los que queda un trozo entero de miembro, pero jamás se quema el mobiliario. En un incendio normal, provocado o sin provocar, del cuerpo quedarían los huesos quemados (en mala comparación costillitas a la parrilla) cosa que no sucede en el caso de la combustión del que sólo queda polvo, o sea cenizas.

En las incineraciones, en una funeraria, la incineradora, para poder incinerar al cadáver debe de estar a entre 760 y 1150 grados Celsius, y debe durar al menos dos horas como mínimo y hasta cinco horas para la incineración.
Todo lo que queda después de que la cremación concluye son fragmentos secos de hueso (en su mayor parte fosfatos de calcio y minerales secundarios).
Estos representan aproximadamente el 3,5 % del peso del cuerpo original total (2,5% en niños, aunque hay variaciones debidas a la consistencia del cuerpo).
Debido a que los tamaños de los fragmentos de hueso secos están estrechamente conectados a la masa esquelética, su tamaño varía de persona a persona. El cráneo de la persona conserva su forma y parte de su densidad.
Aún así no se reduce todo a cenizas como he citado antes, sino que el cadáver es pasado por una trituradora de huesos, de donde se recoge y se pasa al jarrón o urna. Es por ello que aún persiste ese misterio.


Casos de combustión espontánea
Existen varias decenas de casos documentados, nada menos que desde el siglo XVI. Los casos de auto combustión humana se suelen producir en el mundo casi cada 3 o 4 años. El interés popular por la combustión espontánea humana decayó durante el siglo XIX y la primera parte del XX, sin embargo, el siglo XX es fértil en tales casos.

Han habido casos de personas supervivientes a estos misterios, pero lo curioso es que en su vida se les ha repetido dos y tres veces con la suerte de, aún, poder contarlo, pero con el miedo de volver a ser víctimas de nuevo de este hecho y no ha sido por mala salud, la cual produciría acetona en cantidades tóxicas en el cuerpo ni por exceso de sebo, ya que una de estas personas que lo pudo contar por su constitución física y salud no reunía los requisitos para la combustión humana como fue el caso de Frank Baker. Mencionemos unos cuantos:

a) En 1725 y va asociado al nombre de Nicole Millet. ¿Crimen encubierto? No es extraño que un criminal intente quemar a su víctima con la intención de encubrir el asesinato y eliminar pruebas. En un principio, se le imputó al marido la responsabilidad del suceso. Al parecer, la policía sospechó inmediatamente de él al saber que mantenía una relación amorosa con una criada. Además, parte del cuerpo se encontró en la cocina, donde parte del suelo también había sido quemado. Sin embargo, la audaz defensa se basó en una hipótesis acaso no tan fantasiosa: la mujer había ardido delante suyo, convirtiéndose en pira humana sin motivo conocido. Las pruebas se basaban en un detalle asaz curioso:

Ni la silla donde se encontraba ni el suelo en derredor mostraban signos de que se hubiese producido un incendio, según narró años después Jonás Dupont, quien recogió el caso en su libro “De Incendiis Corporis Humani Spontaneis” (1763). Durante el juicio, un joven cirujano llamado Nicholas le Cat convenció al jurado de que la muerte de la mujer era un caso de combustión humana espontánea. El acusado, su marido, fué declarado inocente y el jurado dictaminó que la mujer había muerto por la visita de Dios. Con esta obra, Dupont puso el dedo sobre la llaga, mejor dicho, sobre la ceniza, popularizando un fenómeno tan raro que, al principio, por fuerza, tenía que confundirse con una especie de fuego divino y castigo sobrenatural.

b) El caso de combustión espontánea más conocido (se hizo famoso al haberlo citado el novelista Charles Dickens en el prefacio de su novela Bleak House, en castellano, Casa desolada). Ocurrió el 4 de abril de 1731, a la Condesa de Cesena, Cornelia Zangari di Bandi, Italia, cerca de Verona. Según parece, la condesa había estado bien todo el día, pero durante la cena se encontraba embotada y con pesadez. La doncella la acompañó a su habitación. La condesa se acostó y se quedó dormida después de conversar varias horas con su doncella. Al día siguiente, al no levantarse a la hora habitual, la sirvienta fue a despertarla y presenció una escena horripilante.

La habitación estaba cubierta de hollín y el suelo de un extraño líquido amarillo y grasiento que hedía de forma poco usual. La cama se hallaba intacta salvo por las sábanas revueltas, indicando que la condesa se había levantado. A un metro y medio de la cama había un montón de cenizas, dos piernas intactas con medias, entre las que yacían el cerebro, la mitad de la parte trasera del cráneo, el mentón y tres dedos ennegrecidos. Todo el resto eran cenizas que si se tocaban dejaban en la mano una humedad grasienta y hedionda. En el suelo se encontró una lámpara de aceite cubierta de cenizas, pero sin aceite. El caso se cerró al no tener explicación.
c) 2 de Julio de 1951, en St. Petersburg, Florida, Mary Hardy Reeser, viuda de 67 años con problemas de sobrepeso, fué encontrada carbonizada. La última vez que se la vio con vida fue el 1 de julio de 1951, cuando su hijo y su casera estuvieron con ella por la tarde.

Ese día, a las 5 de la madrugada, la casera se despertó por un olor a quemado pero, pensando que se trataba de una bomba de agua que se había recalentado, la apagó y volvió a la cama.
Por la mañana, recibió un telegrama dirigido a la señora Reeser. Cuando fue a entregárselo, notó que el picaporte estaba caliente, por lo que, alarmada, fue a pedir ayuda. Al entrar en la casa, junto con dos pintores a los que pidió ayuda comprobó que los 75 kg de la víctima quedaban apenas el cráneo miniaturizado, un par de vértebras y sólo su pie izquierdo era identificable, lo demás, cenizas.

Asimismo, las paredes estaban como barnizadas por una especie de sustancia aceitosa y grasienta. Todo el apartamento mostraba daños por calor por encima de los 1,2 m de altura. Su hijo declaró que, cuando la dejó, se encontraba fumando un cigarrillo y se había tomado dos cápsulas de un barbitúrico llamado Seconal. El informe de la policía concluyó que Mary Reeser se había quedado dormida con un cigarro encendido, que éste prendió su bata y el cuerpo se consumió por la combustión de sus tejidos grasos. La teoría del cigarrillo es muy improbable, ya que habría ardido toda la casa, por otra parte, la mayoría de víctimas, aparte de quedar carbonizadas, sueltan un líquido viscoso.

d) 7 de abril de 1958, en un carguero frente a la costa de Irlanda, un marinero descubrió al timonel convertido en un pequeño montón de cenizas negruzcas, bajo un cielo azul, por lo que no pudo ser considerada la posibilidad de caída de un rayo. 

e) Holanda, cerca de Nijmegen; un comerciante llamado Guillermo Diez Bruick se encuentra quemado más allá de toda posibilidad de identificación en su Volkswagen, con un tanque de combustible intacta.

f) En el este de Francia, un Comisionado de Policía investigó un asunto extraño, la desaparición de una mujer de cincuenta años. Los vecinos la vieron llegar a casa una noche. Al poco tiempo el poderoso olor a quemado que emanaba de su apartamento, atrae la atención de los estos mismos vecinos. Llamaron a los bomberos, que llegaron a la mañana siguiente y descubrieron en el comedor un montoncito de cenizas y algunos huesos carbonizados, mientras que todo estaba cerrado y nada indica cualquier elemento que pudiera haber desencadenado una dicha combustión.

g) Irlanda. En su propia casa fue encontrado un hombre calcinado sentado en un sillón junto a la estufa. Los médicos determinaron que la causa de la combustión no fue el fuego de la estufa. Las huellas de la ignición fueron encontradas debajo y sobre el cuerpo de la víctima, todos los demás objetos quedaron intactos.

h) En 1964, Helen Cornway, otra anciana de un pueblo de Pennsylvania, se unió a la lista.

i) En 1966, el doctor John Bentley, de 92 años de edad, cirujano retirado. El 4 de diciembre de 1966 unos amigos estuvieron de visita en su casa y se fueron alrededor de las 9 de la noche. A la mañana siguiente, un empleado de la compañía eléctrica fue a revisar el contador del Dr. Bentley, dado que Bentely tenía problemas de movilidad y sólo podía andar con su andador, tenía permiso de éste para entrar en el sótano siempre que fuera necesario. Cuando bajó al sótano, notó un extraño olor y un hollín azulado, por lo que subió al piso a investigar. El dormitorio estaba lleno de humo, y en el cuarto de baño encontró los restos de John Bentley.

Lo único que quedaba de él era un montón de cenizas y su pié derecho. Cerca de los restos estaba su andador, con los mangos de plástico todavía intactos. Al parecer, el Dr. Bentley era un fumador empedernido y bastante descuidado de pipa. En su armario se encontró ropa con quemaduras de tabaco. Lo sorprendente también en este caso es que el incendio apenas hubiese afectado al resto del cuarto, circunscribiéndose a un contorno preciso y delimitado.

j) El señor Léon Éveil, encontrado carbonizado en su coche el 17 de junio del 1971 en Arcis-sur-Aube en Francia, el calor producido hizo fundir el parabrisas del auto: normalmente un coche en llamas puede llegar a los 700° C, mientras para fundir el vidrio la temperatura necesaria no tiene que ser inferior a los 1100 ° C.

k) Otro episodio más, sucedió en Gales, en 1980. La víctima se llamaba Henry Thomas, de 72 años. Se encontraron los dos pies y trozos del cráneo. Por desgracia han habido más víctimas mortales de este fenómeno, aunque también han habido superviviente :

l) 1974, en Georgia, Estados Unidos, Jack Angel era un vendedor que gozaba de buena salud, hoy está tullido y confinado en su hogar todo ello a causa de un incidente pintoresco que le sucedió cuando se encontraba en Savannah en un viaje de negocios en 1974.Unos recientes informes forenses demuestran que las víctimas de la CHE habían inhalado grandes cantidades de humo, sugiriendo que sólo se producía en personas vivas. Afortunadamente, las víctimas parecían adormecerse al iniciarse la combustión.


El caso de Jack Angel parece ser una prueba de ello. Mientras dormía la siesta en su caravana, Angel despertó cuatro días más tarde y de improviso, a causa de un dolor taladrante mientras su cuerpo estallaba en llamas. Cuando el médico David Fern llegó al lugar de los hechos para auxiliar a aquel hombre tan horriblemente abrasado, encontró que Angel tenía un agujero en el pecho, vértebras fundidas y el brazo tan achicharrado que le resultó imposible salvarlo. Fue necesario amputarle el antebrazo derecho.

Según Fern, dado que el pijama, las sabanas de la cama y los objetos, de la caravana habían quedado intactos, la única explicación de las lesiones de Angel por combustión espontánea consistía en una inexplicable reacción molecular que, literalmente, hace que la gente se vea envuelta en llamas. Lo extraño fué que no sintió ningún dolor hasta varias horas después de haber recuperado del todo la conciencia. Angel no pudo recordar como se hizo las lesiones, incluso bajo regresión hipnótica.

m) 1986.Crown Point, Nueva York.George Mott,un ex bombero de 58 años, estaba viendo un episodio de The Twilight Zone (La Dimensión Desconocida) con un amigo y le dijo: “A mi nunca me pasan estas cosas tan raras, me gustaría que me pasase alguna vez “ .

George vio cumplido su deseo. Cuando su hijo fue a visitarle a su hogar un par de días más tarde, se encontró con las ventanas ennegrecidas y el pomo de la puerta caliente. Murió en el dormitorio de su casa. Cuando su hijo entró en el interior de dicho dormitorio, se encontró con su padre reducido a cenizas en su cama, completamente consumida por las llamas, junto con el colchón.
Todo lo que quedaba era una pierna, una costilla, partes del pecho y su cráneo eran los únicos restos que quedaban del bombero, aunque, inexplicablemente, estaban “encogidos” a un tamaño impresionante. Todo lo demás en la habitación estaba intacto.

Los que le conocían sabían que George era bebedor, tenía problemas pulmonares que le hacían necesitar un tanque de oxígeno, aunque pese a eso, era fumador activo.Lo curioso es que el tanque de oxígeno no estaba en la habitación, ni siquiera en uso, en el momento de su muerte. Un paquete de cerillas se encontró junto a al tanque, pero ninguna utilizada.

n) Frank Baker, residente en Vermont. En junio de 1995, estaba junto a un amigo, ambos preparándose para ir a pescar juntos, estaban en una grata velada, cuando de repente, Frank comenzó a arder espontáneamente. Aclaro que este hombre era de complexión delgada, o sea que la explicación de la grasa…en este caso es poco verosímil.

Su amigo Peter Willey lo auxilió y lo llevó al médico, el cual, anonadado pudo decir, que aquello se había prendido desde dentro hacia afuera y que nunca había visto algo parecido. Cuando sucedió este caso, Frank no se encontraba cerca de ninguna llama o centro de ignición, ni fumando, ni luces, ni microondas, las únicas fuentes de calor que habían era los rayos solares que entraban por la ventana.

Pero esta mala experiencia no fue la única. Se volvió a repetir de nuevo mientras estaban ambos amigos de pesca en una barca, comenzando a arder por los brazos y de nuevo, con ayuda de su amigo, consiguió apagar las llamas. Este hombre está traumatizado por los hechos vividos y está seguro de que volverá a suceder.

ñ) Elizabeth Clark, que se levantó de su cama un buen día con quemaduras horrorosas, esta persona no tenía para nada conocimiento de lo que le había sucedido, el caso es que la característica de este caso es la misma de la Combustión Espontánea.

Conclusión
Según varias fuentes, nuestro cuerpo es una bomba de relojería, compuesta por varios minerales, entre ellos el fósforo (que arde), la acetona en personas enfermas (según los científicos), el azufre, inflamable, es componente de tres aminoácidos que se ocupan de formar proteínas, así como de la tiamina reconocida, como vitamina B1 y que solemos encontrar en alimentos como cebollas, ajos, coles, etc…

También emitimos gas metano, bastante fácil de inflamar y varias sustancias, inflamables, pero también es verdad, que estamos en un porcentaje bastante grande, compuestos de agua. Las grasas son como el aceite, al calentarlas se inflaman y todo ser humano, sea más delgado o más gordo, posee grasa. Aparte que estos casos se han dado en personas delgadas. Por mucho que en nuestro cuerpo se reúnan tantas sustancias inflamables, no quiere decir que todos vamos a salir ardiendo o que somos firmes candidatos.

Pienso también, que la sustancia pegajosa que se encuentran en todas estas personas, las cuales han muerto de esta manera, tiene en si un gran misterio. El misterio está, en que cuando un ser vivo es incinerado en una incineradora y quedan trozos de huesos que luego se han de triturar, quedando un polvo color crema sin líquido alguno, ya que todo lo ha secado y consumido el horno crematorio. Sin embargo, en la ignición espontánea, quedan cenizas o polvo negro propiamente dicho. Lo más curioso, es que en estas cenizas suele haber, como ya se ha comentado antes, un líquido viscoso, que bien pudieran ser fluidos corporales, fluidos gástricos o el contenido metabolizado del estómago que la víctima hubiera digerido en ese momento; esto podría explicar la consistencia y el olor fétido, aunque, por otra parte, no lo creo viable.


Tenemos que tener en cuenta también, que el fuego se propaga con el oxígeno y que estas personas en su mayoría tenían las ventanas cerradas y en el caso de personas en las que estos hechos sucedieron en barcos o coches, lo extraño es que ni los coches ni el barco, se incendiaron por completo, habiendo como había, oxígeno de sobra, así que las teorías científicas de algunos “profesores y doctores” que creen saberlo todo, dando explicaciones bobas, sobre todo las que dicen de que la persona era alcohólica, fumadora etc, que casualidad, los libres de pecado limpia conciencias siempre inventan la misma trola para hacérselas tragar a quiénes, por no saber demasiado de medicina, física etc…les quieren vender el cuento, pero muchas de esas teorías no tienen base y quedan obsoletas.

También hay gente, que al no explicarse el fenómeno, les suelen echar el mochuelo a los extraterrestres que siempre cargan con el muerto cuando hay un misterio.
Lo que hay que hacer, en vez de divagar por caminos errados y engañar a la gente con teorías imbéciles, es investigar más a fondo y en condiciones, para así poder llegar a comprender el hecho y a la par, poder salvar más vidas, sean humanas o animales,que por lo visto también se han dado casos. El doctor Arnold parece estar cerca de la verdad, esperemos que no le desvíen de la verdad y se pueda resolver de una vez por todas el fenómeno.