La mayor parte de nuestro conocimiento social, así como nuestras creencias sobre el mundo, emanan de las informaciones que leemos o escuchamos a diario. Es muy probable que no exista otra forma de conocimiento, salvo al que nosotros podemos acceder de forma directa, o sea, viendo, tocando y sintiendo. Incluso de esta manera no todo lo que podemos observar de forma directa, es lo que realmente existe, pues siempre recibiremos las cosas desde nuestro punto de vista y forma de pensar y creer.
A pesar de todo, esta página lo único que hará será exponer aquellos sucesos que trascienden a consecuencia de su singularidad, la cual los hacen sobresalir de los hechos normales y cotidianos de cada día. Espero que les sea al menos, interesante.
Según se vayan publicando noticias recientes, los títulos de las más antiguas, irán pasando a la página: "Archivo noticias con misterio"
Según se vayan publicando noticias recientes, los títulos de las más antiguas, irán pasando a la página: "Archivo noticias con misterio"
El Santo Grial está en León
Nuevas investigaciones demuestran que casi seguro el Santo Cáliz
está en León. La reliquia más importante de la cristiandad lleva mil años en
San Isidoro, tras recorrer más de 5.000 kilómetros
en un arriesgado viaje. La copa de la que bebió Jesucristo en la Última Cena es
una de las joyas del museo, donde siempre ha estado a la vista y, sin embargo,
ha pasado ‘desapercibida’ como el cáliz de doña Urraca, un objeto admirado por
sus gemas preciosas y el espléndido trabajo de orfebrería.
Una investigación histórica resuelve ahora uno de los
mayores enigmas de la
Humanidad. La biblioteca cairota de la Universidad de
Al-Azhar, fundada en el año 975 y convertida en un gran centro de conocimiento
por el sultán Saladino, guardaba un secreto que durante siglos historiadores,
fanáticos de la religión y escritores han tratado de desentrañar sin éxito.
Si existen las casualidades, el destino hizo que la
medievalista leonesa Margarita Torres Sevilla, junto al historiador del Arte
José Miguel Ortega del Río, conocieran la existencia de unos raros pergaminos
conservados en El Cairo. Pero no fue la primera pista. Cuando la cronista de
León ‘barrió’ San Isidoro hace cuatro años con un geo-radar en busca de las
construcciones que se esconden bajo los cimientos, le llamó la atención, como
si la contemplara por primera vez, un arca egipcia con una inscripción que,
como se cercioró entonces, no había sido bien traducida. Las primeras pesquisas
llevaron a los dos investigadores hasta Egipto, donde consultaron con expertos
sobre esta enigmática caja de plata expuesta al público en la ‘sala de los
tesoros’ de la colegiata y que menciona a un emir del siglo XI.
La clave egipcia
Los legajos conservados en El Cairo relatan el lugar donde
permaneció la Copa
de Cristo y su traslado final a España. El Santo Grial lo custodió la iglesia
del Santo Sepulcro de Jerusalén hasta su destino definitivo: León. Las
continuas guerras en la ciudad santa provocaron el saqueo de esta iglesia,
centro de veneración católica. Fue así como el cáliz cayó en manos del califa
fatimí que reinaba en Egipto.
Los fatimíes entraron en el país del Nilo en el año 972,
donde fundaron una nueva capital a la que llamaron al-Qáhira (El Cairo), que
significa ‘La Triunfante’.
Mientras Margarita Torres husmeaba en la Biblioteca de la Universidad de
Al-Azhar, en la calle tenían lugar las cruentas batallas de la llamada
Primavera Árabe. Tres años después, está a punto de ver la luz el ensayo Los
reyes del Grial (Editorial Reino de Cordelia), libro que documenta uno de los
grandes de descubrimientos de la
Historia.
A partir del insospechado hallazgo, gracias a la
intermediación del arabista Gustavo Turienzo Veiga, buen conocedor de las
fuentes medievales, la posibilidad de demostrar desde dónde y cómo llegó a
España el Cáliz de Cristo nos llevó por el camino de la asepsia científica para
poder ofrecer al lector sólo aquellas informaciones objetivas que sirvieran
para apoyar tan extraordinario descubrimiento», explican los autores en la
introducción de Los Reyes del Grial, cuyo texto pretende ser definitivo, lejos
de las leyendas sobre templarios y guardianes de la copa de la Última Cena que
han alimentado durante siglos la literatura y el cine.
Un día del año 1054 o 1055 el califa fatimí entrega la Copa del Poder, como una
prueba de amistad, al emir de la taifa de Denia, quien a su vez deseaba
congraciarse con el monarca más importante de la cristiandad hispana del
momento: Fernando I El Magno (1037-1065), quien se convirtió en rey de León
tras el asesinato de su cuñado Vermudo III en la batalla de Tamarón. Es posible
que el Grial no fuera un obsequio aislado y que en el mismo ‘lote’ llegara,
entre otros presentes, el gallo de la veleta , que ha quedado demostrado que es
de origen persa-sasánida y anterior al siglo VII.
Fernando y su esposa Sancha fueron los principales
benefactores de San Isidoro, al que desde un principio dotaron de grandes
tesoros y reliquias. Hicieron traer desde Sevilla el cuerpo de San Isidoro y
desde el monasterio de Arlanza las reliquias de San Vicente de Ávila. Poseían
además desde antiguo parte de la mandíbula de San Juan Bautista.
Pinturas reveladoras
Cuando Fernando I recibe la copa del emir de Denia sabe
perfectamente que se trata del Santo Grial. La pregunta inmediata es ¿por qué
lo mantiene en secreto? ¿temía que León se convirtiera en un gran centro de
peregrinación o le asustaba que la ciudad pudiera ser atacada?
El cáliz de doña Urraca se compone de dos copas o cuencos de
ónice de origen greco-romano. A los investigadores siempre les chocó que Urraca
entregara a los orfebres algo que materialmente no tenía gran valor y además
era un objeto de uso pagano. Pese a todo, los joyeros realizaron un trabajo
brillante.
Lo cierto es que sabiendo dónde está el Grial muchos enigmas
de San Isidoro cobran sentido. El Panteón Real hay que verlo ahora desde esta
perspectiva, como un santuario dedicado al cáliz de Jesucristo. Al igual que
ocurre con las tumbas faraónicas, la cripta funeraria de los reyes leoneses
está repleta de alusiones al Santo Grial.
La escena principal del Panteón de los Reyes, considerado la Capilla Sixtina
del románico, representa la Última Cena. Tras Jesús y los apóstoles, en un
plano muy destacado, un sirviente llena de vino la copa donde, según la
tradición, Jesús instituyó la eucaristía el Jueves Santo antes de ser
crucificado. Se comprende así que la monarquía leonesa quisiera ‘contemplar’ en
su última morada el cáliz de Cristo. Los reyes del Grial, que saldrá a la venta
a principios de abril, presenta «nuevos y definitivos datos a partir de la
ciencia y la historia», afirman los autores. El libro de Torres y Ortega repasa
además ‘los otros griales’, desde el citado de Valencia al cáliz de Antioquía,
el Sacro Catino de Génova, el Vaso de Nanteos o el cáliz de Ardagh.
Si Dan Brown convirtió en un best seller El código Da Vinci,
con una descabellada teoría sobre el Santo Grial y, más importante aún, disparó
las peregrinaciones a los lugares que cita el escritor en su novela, San
Isidoro puede recibir en los próximos meses una auténtica avalancha de turistas
y curiosos. El museo de la colegiata, por el que anualmente desfilan en torno a
los cien mil visitantes, acaba de subir esta misma semana el precio de la
entrada, de cuatro a cinco euros.
Conocemos todo el proceso y la investigación», afirmó ayer
el abad de San Isidoro, Francisco Rodríguez Llamazares, quien confesó estar un
poco asustado ante el impacto que va a tener el descubrimiento de que el Santo
Grial está en León.