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Cristóbal Colón y el mapa Martellus

La mayor parte de nuestro conocimiento social, así como nuestras creencias sobre el mundo, emanan de las informaciones que leemos o escuchamos a diario. Es muy probable que no exista otra forma de conocimiento, salvo al que nosotros podemos acceder de forma directa, o sea, viendo, tocando y sintiendo. Incluso de esta manera no todo lo que podemos observar de forma directa, es lo que realmente existe, pues siempre recibiremos las cosas desde nuestro punto de vista y forma de pensar y creer.   
A pesar de todo, esta página lo único que hará será exponer aquellos sucesos que trascienden a consecuencia de su singularidad, la cual los hacen sobresalir de los hechos normales y cotidianos de cada día. Espero que les sea al menos, interesante.  

Cristóbal Colón y el mapa Martellus                        

Cristóbal Colón se cree que nació en Génova, Italia, sobre el año 1451. En italiano su nombre es Crisóforo Colombo. Durante su infancia y juventud en esta ciudad, Colón tuvo la oportunidad de adquirir conocimientos fundamentales sobre navegación. En uno de sus escritos, se puede leer que salió al mar a la edad de diez años. En 1470, la familia se traslada a Savona, donde su padre regentó una taberna. En uno de sus escritos, Colón afirma haber salido al mar a la edad de diez años. En 1470, la familia se mudó a Savona, donde su padre se hizo cargo de una taberna. 

Pasados los veinte años, recorrió todas las rutas comerciales importantes del Mediterráneo, desde el Egeo, hasta la península Ibérica, al servicio de las más importantes firmas genovesas. Participó en el enfrentamiento entre la Casa de Anjou y el rey de Aragón, Juan II por la sucesión del reinado de Nápoles. En 1474, con veintitrés años, fue contratado como marinero en un barco con destino a la isla de Khíos en el mar Egeo. Tras pasar un año en la isla, regresó a Italia financieramente independiente. Entre 1470 y 1476 recorrió todas las rutas comerciales importantes del Mediterráneo, desde Quíos, en el Egeo, hasta la península Ibérica, al servicio de las más importantes firmas genovesas. Se cree que Colón murió por complicaciones derivadas de gota o artritis que le aquejaban anteriormente. 

Al morir, su cuerpo fue tratado en un proceso llamado descarnación, en el que quitan la carne de los huesos para que el cadáver se conserve mejor. Su entierro se realizó en el Convento de San Francisco en Valladolid, y sus restos fueron trasladados al Monasterio de la Caruja de Sevilla. Un día antes de su muerte, el 19 de mayo de 1506, redactó su testamento a su hijo Diego Colón, a su hermano Bartolomé Colón y al tesorero de Vizcaya, Juan de Porras. En 1542, de acuerdo con el deseo de su hijo Diego, sus restos fueron llevados a Santo Domingo en La Española, actualmente República Dominicana. Cuando La Española fue cedida a Francia por España en 1795, los huesos de Colón fueron depositados en La Habana, Cuba. Este traslado se realizó para protegerlos de los franceses durante el período de conflictos coloniales. Tuvo que pasar más de cien años hasta su regreso a Sevilla en 1898.    

La idea del descubrimiento                                                                                                                    

Cristóbal Colón desarrolló la idea de establecer una ruta hacia Asia, basándose en que la tierra era redonda y por lo tanto encontraría esas tierras navegando el oeste, siendo su objetivo principal encontrar una ruta alternativa a las rutas terrestres que ya existían, con el fin de acceder de manera más eficiente a las riquezas de oriente. Sin embargo, Colón subestimó la extensión del océano Atlántico y el tamaño de los continentes que se interponían en su camino. Para estos fines Colón presentó su propuesta inicialmente a la corona portuguesa la cual fue rechazada. Más tarde, en 1485, se trasladó a España ayudado por su hermano Bartolomé, en la búsqueda. 

Después de varios años de negociaciones y con el apoyo de su hermano, Colón consiguió el patrocinio de los Reyes Católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Las Capitulaciones de Santa Fé, fueron firmadas el 17 de abril de 1492, establecieron los términos de su expedición y los beneficios que recibiría en caso de éxito. Posiblemente pudiera ser algo extraño que se firmasen tales capitulaciones, antes del viaje sin tener la certeza tanto Colón como los Reyes Católicas de la existencia de las tierras conquistadas. 

Por ello cabe pensar que se tenía conocimiento a través de un mapa que podría esconder algunas de las claves que hicieron que Colón se decidiera a tomar el rumbo que le llevaría a descubrir el Nuevo Mundo. Este mama denominado Martellus se conserva actualmente en la Universidad de Yale, donde estaba colgado en una pared de la Biblioteca Beinecke del centro universitario. Literalmente se trascribe a continuación mencionadas capitulaciones. Registro de la Cancillería Real de Aragón conteniendo las Capitulaciones Otorgadas por los reyes Católicos a Cristóbal Colón para el descubrimiento de América.

 “Las cosas suplicadas y que Vuestras Altezas dan y otorgan a D. Cristóbal Colón en alguna satisfacción de lo que ha de descubrir en las mares Oceánicas, del viaje que ahora, con la ayuda de Dios, ha de hacer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que siguen:” “Primeramente, que Vuestras Altezas, como señores que son de las dichas mares Océanas, hacen desde ahora al dicho D. Cristóbal Colón su Almirante en todas aquellas islas y tierras firmes que por su mano o industria se descubrieren o ganaren en las dichas mares Océanas, para durante su vida, y, después dél muerto de muerto él, a sus herederos o sucesores, de uno en otro perpetuamente, con todas aquellas preeminencias y prerrogativas pertenecientes al tal oficio, según que D. Alonso Enríquez, vuestro Almirante mayor de Castilla, y los otros predecesores en el dicho oficio, lo tenían en sus distritos. 

Place a Sus Altezas. Juan de Coloma.” “Otrosí, que Vuestras Altezas hacen al dicho D. Cristóbal Colón su visorrey virrey y gobernador general en las dichas islas y tierras firmes, que, como es dicho, él descubriere o ganare en las dichas mares, y que para el regimiento de cada una y cualquiera de ellas haga elección de tres personas para cada oficio, y que Vuestras Altezas tomen y escojan uno, el que más fuere su servicio, y así serán mejor regidas las tierras que nuestro Señor le dejare hallar y ganar a servicio de Vuestras Altezas. Place a Sus Altezas. Juan de Coloma.” “Que todas y cualesquiera mercaderías, siquier sean perlas preciosas, oro o plata, especiería y otras cualesquier cosas y mercaderías de cualquier especie, nombre y manera que sean que se compraren, trocaren, hallaren, ganaren y hubieren dentro de los límites del dicho almirantazgo, que desde ahora Vuestras Altezas hacen merced al dicho D. Cristóbal, y quieren que haya tenga y lleve para sí la décima parte de todo ello, quitadas las costas que se hicieren en ello; por manera que de lo que quedare limpio y libre haya y tome la décima parte para sí mismo y haga de ello su voluntad, quedando las otras nueve partes para Vuestras Altezas. Place a Sus Altezas. Juan de Coloma.”.

“Otrosí, que si a causa de las mercaderías que él traerá de las dichas islas y tierras, que así, como dicho es, se ganaren y descubrieren, o de las que en trueque de aquellas se tomaren acá de otros mercaderes, naciere pleito alguno en el lugar donde el dicho comercio y trato se tendrá y hará, que si por la preeminencia de su oficio de Almirante le pertenece conocer de tal pleito, plega a Vuestras Altezas que él o su teniente, y no otro juez, conozca del pleito y así lo provean desde ahora. Place a Sus Altezas si pertenece a dicho oficio de Almirante, según lo tenían el dicho Almirante D. Alonso Enríquez, y los otros sus antecesores en sus distritos y siendo justo. Juan de Coloma.” 

“Que en todos los navíos que se armaren para el dicho trato y negociación, cada y cuando y cuantas veces se armaren, que pueda el dicho D. Cristóbal, si quisiere, contribuir y gastar la ochava octava parte de todo lo que se gastare en el armazón, y que también haya tenga y lleve provecho de la ochava parte de lo que resultare de la tal armada. Place a sus Altezas. Juan de Coloma.” Son otorgados y despachados, con las respuestas de Vuestras Altezas en fin de cada un capítulo, en la villa de Santa Fe de la Vega de Granada, a 17 de abril del año del nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de 1492 años. Juan de Coloma.

Los viajes 

La expedición de Colón hacia lo desconocido fue una verdadera prueba de valentía y resistencia. Durante más de setenta días, la flota de Colón navegó en aguas inexploradas, un desafío que pocos marineros habían enfrentado antes. Los peligros no eran solo las tormentas o los vientos impredecibles, sino también el temor a lo desconocido. La leyenda de monstruos marinos y abismos sin fin llenaba las mentes de los marineros con temor y superstición. Además, la falta de puntos de referencia conocidos y la incertidumbre sobre la distancia que debían recorrer añadían una tensión constante. Colón, con su experiencia y habilidad en la navegación, utilizó técnicas como la navegación por estima, guiándose por el sol, las estrellas y el comportamiento del mar.

Sin embargo, el desafío más grande fue mantener la moral de su tripulación. La ansiedad y el miedo a no encontrar tierra crecían con cada día que pasaba. Colón tuvo que emplear toda su astucia y liderazgo para mantener a sus hombres enfocados y evitar motines. Su capacidad para inspirar confianza en medio de la incertidumbre fue clave para el éxito de la expedición. El primer viaje y el hallazgo de las nuevas tierras, comenzó con los preparativos para la para la expedición, en el puerto de Palos, en Huelva, España. Cristóbal Colón organizó una flota compuesta por tres naves: la Santa María, la Pinta y la Niña. El 3 de agosto de 1492, Colón zarpó con una tripulación de aproximadamente 90 hombres, incluyendo al experimentado navegante Martín Alonso Pinzón, quien desempeñó un papel esencial en el viaje. 

Tras más de dos meses de navegación, el 12 de octubre de 1492, la expedición avistó tierra. Colón desembarcó en la isla de Guanahani, a la que denominó San Salvador, ubicada en el archipiélago de las Bahamas. Este hecho marcó el inicio del descubrimiento del continente americano donde, Colón exploró otras islas del Caribe, como Cuba y La Española, que en la actualidad comprende Haití y República Dominicana. En la costa norte de la isla denominada La Española, Colón estableció el primer asentamiento al que llamó La Navidad. Allí desembarcaron 39 hombres para asegurar la presencia española en el nuevo territorio y regresó a España. El viaje de regreso no estuvo exento de complicaciones, pero finalmente llegó al puerto de Palos el 15 de marzo de 1493. Su regreso fue recibido con gran entusiasmo y honores por parte de los Reyes Católicos. 

Segundo viaje

El segundo viaje de Cristóbal Colón se inició en septiembre de 1493 con una flota de 17 naves y casi 1.500 hombres. Durante esta expedición, se recorrió Puerto Rico y las Antillas Menores. En La Española, fundó la  ciudad de La Isabela,. No obstante, este viaje también estuvo marcado por conflictos con los indígenas locales y descontento entre los colonos, lo que complicó la administración de la nueva colonia. 

Tercer viaje                                                                                                                                                                       

Este viaje que en el cual , Cristóbal Colón descubrió la isla de Trinidad y exploró la costa de lo que hoy es Venezuela, pero por problemas en La Española, Colón fue destituido como gobernador debido a su incapacidad para manejar los conflictos y las crisis en la colonia, regresando a España en 1.500 bajo arresto. 

Cuarto viaje                                                                                                                                                                       

El cuarto y último viaje de Cristóbal Colón se llevó a cabo entre 1502 y 1504. Durante esta expedición, exploró las costas de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. A pesar de los numerosos desafíos, como tormentas y naufragios, Colón amplió el conocimiento geográfico de la región. A pesar de eso, no logró encontrar el paso hacia Asia que había buscado durante toda su carrera. El descubrimiento de América por Cristóbal Colón tuvo un gran impacto en todo el mundo conocido, marcando el inicio de la Era de los Descubrimientos y el establecimiento de imperios coloniales europeos en el Nuevo Mundo. Las consecuencias de sus viajes facilitaron el intercambio de culturas, plantas, animales y enfermedades entre Europa y América, la transformación de la economía global y grandes cambios demográficos significativos en ambos continentes. 

El mapa Martellus

Existen unas teorías que señalan la idea del viaje de Colón, en un mapa que fue entregado por un navegante que, tras una tempestad llegó a lo que actualmente es América. Posiblemente Cristóbal Colón se inspiraría en este mapa por la posición en la que se encuentra Japón. Él siempre defendió que Japón se encontraba en la latitud que se muestra en este mapa de 1491. Colón defendía así que la isla nipona estaba más cerca de lo que realmente está. Y este mapa coincide con lo que el navegante genovés creía. Además de ello, este mapa es el único de dicha época que señala a Japón en esa posición. Haciendo hincapié en esta teoría, Hernando, el hijo de Cristóbal Colón, escribió dejó escrito que su padre pensaba que Japón tenía una orientación norte, sur, misma orientación que se encuentra dibujado en este mapa. Todo esto hace pensar que esta teoría fue la que pudo inspirar a Colón para viajar a las Indias por occidente y no por oriente. 

El mapa                                                                                                                                                                           No se conoce de forma exacta el origen de este mapa, pero si, que en el año 1962 fue donado a la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos perteneciente a la Universidad de Yale de Estados Unidos de América. Anteriormente había aparecido en Berna (Suiza) y antes de ello parece ser que había pertenecido a una familia de la región italiana de la Toscana. Antes de esto su origen es incierto, aunque sí se conoce que Henricus Martellus había trabajado unos años en Italia. Esta noticia es de interés ya que nos desvela un poco más los detalles que llevaron a Cristóbal Colón a realizar su viaje a las Indias por occidente y que, por accidente, provocó el descubrimiento de América para el mundo europeo. Los trabajos de digitalización se muestran importante. 

 

De otra forma, en lugar del mapa que pudo inspirar a Colón hablaríamos de un mapa casi ilegible perdido en el rincón de un museo o de una biblioteca. Cuando fue donado en 1962 el estado del mapa era bastante pésimo. En 2015 se realizó una técnica llamada imagen multiespectral. Esta técnica consiste en capturar múltiples imágenes del mapa a distintas frecuencias del espectro electromagnético, incluido el infrarrojo, los rayos X o el ultravioleta. Esta técnica permite desvelar imágenes y textos que no se pueden ver en el espectro visible, que es el que percibe el ojo humano. Todas estas imágenes son digitalizadas, combinadas y procesadas, permitiendo la reconstrucción del mapa original. Recientemente, en 2018, se han completado estos trabajos, lo que ha permitido ofrecer una imagen restaurada del mapa donde se aprecian mejor los detalles.  

El mapa de 1491 muestra el mundo como los europeos lo conocían antes de que Cristóbal Colón descubriera el continente americano. EL mapa tiene un tamaño de algo más de un metro de alto por dos metros de ancho. En él se ve África en la parte inferior izquierda. La parte superior de África es la que más se aproxima a la realidad, ya que era un territorio más conocido por los europeos. La parte inferior no es tan exacta. Hay que tener en cuenta que hacía poco que los portugueses habían circunnavegado en continente africano y habían pasado más allá del cabo de Buena Esperanza. Encima de África está Europa, dibujado en la parte superior izquierda. Europa se muestra con un elevado nivel de detalle. Asia ocupa gran parte del mapa, ocupando la parte superior central y parte de la zona derecha del mapa. En la parte central inferior está el océano Índico. 

Algo evidente es que América no aparezca en el mapa puesto que no se había generalizado el conocimiento sobre su existencia, a pesar de que los vikingos sí habían llegado al continente americano sobre el siglo décimo después de Cristo. Henricus Martellus Germanus nació en Nuremberg alrededor del año 1440. Henricus fue un famoso cartógrafo y geógrafo del Sacro Imperio Romano Germánico. De él se conocen diversos mapas, algunos de los cuales inspiraron a cartógrafos posteriores. Este sería el caso del cartógrafo Martin Waldseemüller, que en 1507 fue el primero en dibujar América, el continente descubierto por Colón para el mundo europeo. Las inscripciones del mapa en latín han ayudado a los investigadores a conocer las fuentes del autor. Según los investigadores de la biblioteca Beinecke, Enrique Martelo habría utilizado como Fuente el libro Hortus Sanitatis, que describe animales alrededor del mundo conocido. También habría tenido conocimiento del Concilio de Florencia que ocurrió entre 1441 y 1443, donde africanos hablaron de la geografía de su región natal.